Según el tipo de plaga de insectos voladores, podremos tener diversos problemas, que van desde picaduras, transmisión de enfermedades y la destrucción de tejidos y ropas.
- Palomillas y polillas.
- Tábanos, avispas y abejas.
- Moscas y mosquitos.
Plaga de avispas
La picadura de una avispa o una abeja, además de ser dolorosa, puede llegar a ser incluso mortal para aquellas personas que sean alérgicas.
Para reducir la posibilidad picaduras y la presencia de avispas en nuestras instalaciones se debe realizar una revisión exhaustiva de las zonas externas e identificar las ubicaciones de avisperos y enjambres. Estos no tienen porque estar ubicados a la vista, ya que a veces utilizan ranuras, hendiduras y huecos en estructuras y tejados.
La retirada de los avisperos deberá realizarse con mucha precaución, para evitar los ataques masivos. Se retiraran en momentos del día en los cuales la temperatura sea más baja, ya que estarán más aletargadas y será más seguro. Se deben evitar las horas centrales del día.
El uso de insecticidas directamente en los avisperos, según en qué circunstancias, puede estar contraindicado, ya que antes de morir las avispas se suelen alterar y son más agresivas.
Control de abejas
Las abejas son una especie protegida, por lo tanto no se pueden utilizar insecticidas para su control, ni pueden ser eliminadas.
Las abejas son menos agresivas que las avispas, aunque se si ven amenazadas suelen picar. Según la sensibilidad de las personas la reacción será diversa.
En caso de tener una colmena de abejas en su instalación, deberá ponerse en contacto con una empresa especializada. En nuestro caso, contamos con un apicultor autorizado para realizar este servicio. Los panales deben trasladados a otras zonas, donde no supongan un problema. Se utilizan sistemas no invasivos ya que se trata de una especie muy delicada.
Control de moscas y mosquitos
Además de la posibilidad de transmisión de enfermedades, las moscas y mosquitos, pueden llegar a ser un problema sobre todo, cuando se acumulan en zonas interiores y en un gran número.
Las moscas domesticas pueden suponer un problema, ya que pueden contaminar alimentos que van a ser ingeridos. De esta forma, pueden transmitir enfermedades como la salmonella, la tuberculosis, la disentería, etc.
En nuestra latitud, es menos probable la transmisión directa de enfermedades ya que algunas de esas especies solo viven en los trópicos.
¿Cómo se pueden mantener las moscas a raya?
Se deben adoptar una serie de medidas para poder controlar la población de moscas en nuestras instalaciones. Tanto para evitar atraerlas como para evitar la proliferación de las larvas.
- No dejar nunca comida descubierta, sobre todo en zonas exteriores
- No dejar restos de comidas o líquidos azucarados, caídos o derramados. Se deben retirar lo antes posible.
- Vigilar la limpieza de la zonas de difícil acceso, detrás de electrodomésticos o muebles.
- Mantener siempre los cubos de basura con bolsas y cerrados con una tapa.
- Retirar las basuras de forma regular, evitando la acumulación durante largos periodos.
¿Cómo evitar la proliferación de los mosquitos en el agua estancada?
La aparición de mosquitos en el agua estancada se puede evitar en gran medida siguiendo estos pasos:
- Evitar los atascos en las arquetas y sumideros, sobre todo cuando se atascan con materia orgánica. Las tuberías y sumideros con agua estancada se pueden tratar con lejía.
- Mantener las fosas sépticas y colectores de agua cerrados herméticamente.
- Evitar el agua estancada, favoreciendo el drenaje o su recirculación.
- Mantener una dosis de cloro mínima.
Les detallamos unos consejos para evitar que las moscas entren en su vivienda:
- Evitar mantener las ventanas abiertas a no ser que estén equipadas con una malla mosquitera.
- Evite fuentes de luz en el interior, durante la noche, a no ser que tenga algún sistema para evitar la entrada.
- En las dependencias donde se pueden acumular alimentos, desperdicios o humedad, coloque mallas mosquiteras.
Palomillas y polillas
Las plagas de palomillas y polillas no se consideran como peligrosas desde el punto de vista de la salud pública, lo que si implican es un grave perjuicio para materiales y equipos en especial, ropa, alfombras, etc. Las polillas no transmiten enfermedades a las personas.
El principal problema de este tipo de insectos, radica en la facilidad que tienen de colonizar los lugares de almacenamiento de ropas y enseres personales. Una vez que las polillas han incubado los huevos será complicado eliminarlas. Por ello es importante incidir en el aspecto preventivo, vigilando la presencia de polillas volando dentro de nuestra vivienda.
Si se llega a identificar el origen la plaga, antes de que esta se extienda, el uso de insecticidas domésticos puede ser suficiente para su eliminación. En el caso de ser una plaga de gran envergadura, deberá ser tratada por profesionales.
Evitar la entrada de polillas a través de una puerta o ventana es prácticamente imposible. Por ello es aconsejable la instalación de mosquiteras y/o cortinas en ventanas y puertas.
La polilla buscará, zonas oscuras y tranquilas para depositar los huevos. Estas zonas suelen ser zonas altas de armarios, debajo de camas y zonas de poco uso y transito. Aprovechan los tejidos para proteger los huevos y que estos puedan eclosionar posteriormente.
La acumulación de ropa sucia supone un gran atractivo para las polillas, por lo tanto se debe lavar siempre la ropa antes de almacenarla.
Un consejo, si va a guardar ropa durante largas temporadas, asegúrese de hacerlo en bolsas de plástico o sistemas herméticos (cajones plásticos, maletas, etc.) También realice una limpieza a fondo de los lugares de almacenamiento, para eliminar la posibilidad de la presencia de huevos. La aspiración es un método muy efectivo para eliminar los huevos y las larvas.