Sin duda, se trata de una las situaciones más complejas que se pueden plantear en lo referente al control de roedores.
La dificultad radica en el fácil acceso al alimento por parte de los roedores (pienso, cereal, etc.), en las características estructurales de este tipo de instalaciones que facilitan el asentamiento (rejillas, desagües, estructuras en altura, etc.) y en las practicas productivas (sistemas de trabajo intensivos, gestión de residuos, etc.)
Además de los daños estructurales que pueden provocar los roedores (cables roídos, rotura de equipos), existen otros problemas sanitarios (contaminación de aguas, de pienso, mordeduras a los animales estabulados), e incluso problema añadido de consumo de pienso.
En caso de infestaciones masivas, se hace indispensable la implantación de un programa de DESRATIZACIÓN.
En Gestisan, nos servimos de nuestra amplia experiencia y de la capacidad de nuestros técnicos, para poder evaluar y adaptarse a cualquier situación o instalación. De esta forma, seremos capaces de eliminar cualquier tipo e plaga de su granja o explotación.